lunes, 30 de diciembre de 2013

Marca España: colas de tres horas y media para la firma del libro de Belén Esteban

Marca España: colas de tres horas y media para la firma del libro de Belén Esteban 

 por Gustavo Vidal Manzanares

Martes, 26 de Noviembre de 2013 18:52 
 
Yerran quienes afirman que en España no se lee. Ahí tenemos a la rutilante escritora, Belén Esteban. Tres ediciones en una semana y colas de varias horas, a la intemperie, para obtener su firma.

También se equivocan aquellos que lamentan la escasa tirada de la prensa escrita. Las ventas del Marca, un día normal y no digamos los lunes, desmienten esa afirmación.
   Particularmente, me desalienta hasta la depresión que en el devastado ambiente editorial, sobreviva y triunfe económicamente una sucesión de páginas dedicadas a las pasiones más bajas, al cotilleo, las intimidades… en cualquier sociedad sana, esta clase de “libros” deberían resultar minoritarios, casi clandestinos, pasto de presidiarios pajilleros, reclutas drogotas, amas de casa que restañan su frustración mientras esperan a un marido panzudo y bruto…
   Pero no es así, en un axioma diabólico, triunfa lo cutre, tergiversado, instigador de pasiones y revanchas. Nada induce a la obtención de frutos mediante el esfuerzo diario, sistemático, la superación de uno mismo. Prima el engaño, el requiebro que conduce a los atajos mediante los cuales se puentee a quien decida valerse tan solo de su inteligencia, mérito y capacidad.
   Desde luego, nadie puede proscribir a Belén Esteban su derecho a escribir un libro o pagar para que se lo escriban. Lo desolador es contemplar cómo miles de personas aguantan penalidades para adquirir el vómito editorial de una musa de la telebasura al tiempo que las editoriales quiebran, las librerías echan el cierre y el autor que se precie busca publicar en otro idioma…   ¿En qué nivel de degradación mental y moral está abismada gran parte de la sociedad española?
   Así, en la España de hoy se penaliza la superación de uno mismo, la lucha por la justicia social, el amor vibrante hacia la cultura, la pasión por ampliar conocimientos… muy al contrario, prima lo grotesco, la España del esperpento que glosaba Valle-Inclán, la nación que expulsa a sus científicos e indulta a los ladrones de cuello blanco, la tierra de promisión de los defraudadores y mediocres ambiciosos, el lugar donde pedorras y pedorros y viceversa persiguen mediante bolos televisivos cuadruplicar, centuplicar, las ganancias de un médico, un juez, de cualquier profesional. Todo presidido por el pernicioso axioma de conseguir lo máximo con el mínimo esfuerzo, pasando por encima de quien sea, valiéndose del los medio que sea. A costa de lo que sea.
  Tal vez la última y mejor réplica a esta carcoma la haya brindado Sotomayor, el esforzado atleta cubano, ante preguntas de una reportera de la caverna: “Señor Sotomayor, ¿al régimen de Cuba le parece razonable que usted, un deportista, gane más que un profesor y un médico”? Respuesta de Sotomayor: “¿Y a usted le parece razonable que un futbolista, en España, gane más que todos los médicos de un hospital juntos?”.
  Esta es la “marca España”…   sobran comentarios.


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